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El corazón de la Liturgia y de los sacramentos cristianos no es elrito sino la palabra de Dios: siempre es esta la palabra que en ellosacontece, pero siempre a
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El corazón de la Liturgia y de los sacramentos cristianos no es elrito sino la palabra de Dios: siempre es esta la palabra que en ellosacontece, pero siempre acontece bajo la forma ritual. En laintroducción al Leccionario de la misa se nos dice claramente: 'LaIglesia crece y se construye al escuchar la palabra de Dios y losprodigios que en muchas formas Dios realizó en la historia de lasalvación. Estos se hacen presentes de nuevo en los signos de lacelebración litúrgica de un modo misterioso pero real. Dios, a su vez, se vale de la comunidad de los fieles, que celebra la Liturgia, paraque se propague y sea conocida su palabra, y su nombre sea alabado por todas las naciones'. El papa Francisco nos habla en su ExhortaciónApostólica Evangelii gaudium sobre el papel evangelizador que tiene la Homilía, especialmente en el contexto de la asamblea eucarística:supera a toda catequesis por ser el momento más alto del diálogo entre Dios y su pueblo, antes de la comunión sacramental. La Homilía es unretomar ese diálogo que ya está entablado entre Dios y su pueblo, ydebe darle fervor y sentido a la celebración. Debe ser