Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
La noticia es terrible: sacerdotes y líderes católicos, venerados porsu fe, alabados por su apostolado, practicaban en secreto una místicaperversa. Las víct
info
La noticia es terrible: sacerdotes y líderes católicos, venerados porsu fe, alabados por su apostolado, practicaban en secreto una místicaperversa. Las víctimas de sus abusos hablaron. Los periodistasinvestigaron sus abusos y encubrimientos. Los historiadores empezarona investigar los embrollos eclesiásticos de los que se beneficiaron.La sociedad entera se escandalizó. Pero, ¿cómo interpretarespiritualmente el hecho de que semejantes crímenes fueran encubiertos con apariencia de sacralidad?Utilizando todos los recursos de su aguda mente y estilo, el filósofoy teólogo más original de su generación, Fabrice Hadjadj, nos sumergeen las raíces del mal, donde, según el Evangelio, «los lobos sedisfrazan de corderos», sin minimizar nada de lo grave que tiene, sindescuidar lo que esconde de gracia.Una denuncia de la mentira, la impostura y la credulidad. Un alegato a favor de la fe. Un ensayo vigorizante, ejemplar por su lucidez ysobriedad. Si hay un buen uso para el abuso, es conseguir que noscuestione personalmente.