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En el transcurso de una vida como sacerdote dedicada por completo alos demás en su país ùGuinea Ecuatorialù, unos tumores en la médulafueron el detonante q
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En el transcurso de una vida como sacerdote dedicada por completo alos demás en su país ùGuinea Ecuatorialù, unos tumores en la médulafueron el detonante que en la actualidad ha hecho del hospital elnuevo hogar de Remigio.Aun con su salud en constante recaída, su labor sacerdotal continuó en España, pero pronto debe hacerle frente no solo a una enfermedadincurable, sino a todo lo que trae consigo. Entre cirugías ydificultades de movilidad severas, no deja de preguntarse por elsentido de su vida, del dolor y de la muerte; por su fe, su vocaciónà«Con sencillez, va releyendo su pasado y su presente, para pronunciarcada día un sí confiado. Un sí que eleva, a veces, entre llanto yangustia; otras, desde la paz del hombre que ha sido consolado yfortalecido en su dolor. Sus palabras nos ayudan a curar las propiasheridas y dolores, así como a enfrentar tantas ômuertesö cotidianasque vivimos».