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El mundo no tiene orejas para oír tal estampido», exclamó Ignacio de Loyola, cuando, después de descubir el cadáver de la hermosa emperatriz Isabel, Franci
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El mundo no tiene orejas para oír tal estampido», exclamó Ignacio de Loyola, cuando, después de descubir el cadáver de la hermosa emperatriz Isabel, Francisco de Borja y Aragón (1510-1572), uno de los personajes más influyentes y misteriosos de su tiempo, da un giro radical a su vida y se hace jesuita. Biznieto ilegítimo de un papa -el intrigante Alejandro VI (Rodrigo Borja)-, y de un rey maquiavélico -el astuto Fernando el Católico-, íntimo de Carlos V y marqués de Llombay, rompe con el mundo y entra en la Compañía de Jesús. Pero no cesarán los enigmas y problemas del ex duque de Gandía y ex virrey de Cataluña. Acusado por la Inquisición y bajo sospecha de Felipe II, huirá a Portugal, y en Roma será elegido segundo sucesor de Ignacio de Loyola. Pero nunca dejará de ser para todos el duque, el hombre de confianza de reyes, príncipes, papas, validos, soldados y santos. Esta novela retrata con rigor histórico su poliédrica y apasionante personalidad desde la óptica de Juan de Borja, su hijo preferido, embajador en Portugal, que es requerido por la Santa Sede para elaborar un informe sobre su padre. ¿Quién era