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John Henry Newman escribe este apasionado tratado breve a modo derespuesta a Eirenicon, un largo volumen escrito por su amigo EdwardPusey. Aquí el santo insist
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John Henry Newman escribe este apasionado tratado breve a modo derespuesta a Eirenicon, un largo volumen escrito por su amigo EdwardPusey. Aquí el santo insiste en la legitimidad del puesto de María enla teología católica recurriendo a la fuente que sabía que su amigo no podría sino aceptar: la Patrística. «Cuando Mary, su hermana menor,le preguntó por qué le parecían tan importantes los Padres de laIglesia, Newman respondió que porque poseían y expresaban unconocimiento de primera mano de los objetos de la Palabra de Dios. Ypor eso, para él como para los Padres, la teología y la espiritualidad no son cosas diferentes que transcurren por caminos o vías diversas,sino que son dos caras distintas pero complementarias de una mismarealidad. Y ambos aspectos, su conocimiento de los Padres y suespiritualidad, quedan de manifiesto en la Carta a Pusey y se orientan a demostrar la legitimidad del culto a la Virgen María y su devociónpor parte de los católicos» (de la Introducción de Rubén Peretó).