Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
¿Quién no recuerda la imagen de Francisco lavando los pies a los prisioneros el Jueves Santo o arrodillado ante los líderes de Sudán del Sur suplicándoles
info
¿Quién no recuerda la imagen de Francisco lavando los pies a los prisioneros el Jueves Santo o arrodillado ante los líderes de Sudán del Sur suplicándoles que trabajen por la paz en su país? Sus caricias a los ancianos o a las víctimas de la trata o las fotos de su llegada a donde lo esperan en un simple utilitario nos hablan de ternura, misericordia, servicio, escucha o esperanza. Son los gestos de un pastor que sabe que la comunicación debe tocar la mente y el corazón de las personas. ¿Qué podemos aprender de cómo se comunica Francisco y extraer de su ejemplo para el ejercicio de las relaciones interpersonales? ¡Sed auténticos!, escrito por el vaticanista Ary Waldir Ramos, intenta dar respuesta a estas y otras preguntas a partir de la coherencia, autenticidad y profundidad que subyacen en el discurso y el ejemplo como comunicador del papa Francisco.