Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
La hueste de los muertos, aunque no lo creamos, sigue dejando huellas en la escarcha. Sigue atemorizando y sigue viva, porque son nuestros muertos los que avanz
info
La hueste de los muertos, aunque no lo creamos, sigue dejando huellas en la escarcha. Sigue atemorizando y sigue viva, porque son nuestros muertos los que avanzan. Las almas de los muertos se mueven errantes con el viento y la tormenta. Al menos, así lo creían nuestros ancestros porque desde tiempos inmemoriales se tiene el convencimiento de que existen ejércitos de ánimas en pena que se trasladan en las tempestades y en las nubes oscuras, con un propósito desconocido pero aterrador. Esta es la base del fenómeno espectral de «La Cacería Salvaje» y de sus distintas manifestaciones que, como hordas sobrenaturales, pueblan las noches invernales, recorren con sus vuelos siglos y kilómetros y, a pesar del tiempo y del espacio, aún se mantienen vivas. Emprendemos un viaje en alas de la tormenta para recorrer la vieja Europa tras las huellas borrosas de estos cortejos mágicos. Buscaremos junto a dioses paganos al ejército furioso en las frías tierras escandinavas, a los jinetes sin cabeza en los frondosos bosques germánicos, a las ruidosas cacerías salvajes en las landas francesas, a los cortejos de hadas en los ve