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La teología es, evidentemente, discurso sobre Dios. Pero ¿es esto tan evidente como se pudiera suponer? Convertida ya en un clásico de la teología del siglo
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La teología es, evidentemente, discurso sobre Dios. Pero ¿es esto tan evidente como se pudiera suponer? Convertida ya en un clásico de la teología del siglo XX, la obra del filósofo y teólogo luterano Eberhard Jüngel se esfuerza por mostrar que es posible decir una palabra razonable sobre «Dios». Hasta la Modernidad ha existido la convicción de que los seres humanos podían hacerse una idea suficientemente precisa y coherente sobre Dios. Sin embargo, la confrontación entre las posiciones teísta y ateísta terminaron cuestionando dicha idea, hasta el punto de considerar que era más bien una forma de enmascarar el problema, ya por el exceso de palabras sobre Dios, ya por la imposibilidad de hablar de Él. Para la teología y la fe cristianas de los últimos decenios, el peligro latente no ha sido otro que aceptar acríticamente la imposibilidad de pensar a Dios. Ahora bien, frente a esta derrota del pensamiento humano urge proponer un discurso sobre Dios que esté a la altura del hombre actual y que pueda ser debatido con quienes no creen en su existencia. Para ello, los estudios históricos, exegéticos y sistem